China ha anunciado la aplicación de aranceles temporales de entre el 15,6% y el 62,4% a las importaciones de carne de cerdo procedentes de la Unión Europea. La medida, de carácter provisional y enmarcada en una investigación por presunto “dumping”, afecta a uno de los principales motores de la economía agroalimentaria española.
En el caso de España, las principales empresas exportadoras —como El Pozo, Campofrío, Noel, Friselva o Sánchez Romero Carvajal— se enfrentarán a un recargo del 20%, uno de los más bajos dentro de la UE. Incluso algunas compañías, como Litera Meat, podrían quedar en el tramo del 15,6% gracias a la colaboración prestada a las autoridades chinas.
Conviene matizar que el arancel no lo abona directamente el exportador español, sino el importador chino en el momento de la entrada de la mercancía en frontera. Sin embargo, este sobrecoste se repercute en el precio de venta final al consumidor, lo que encarece el producto español frente a competidores de otros países. Ese encarecimiento puede traducirse en una menor demanda y, por tanto, en una caída de las exportaciones.
El sector porcino español exportó en 2024 más de 540.000 toneladas de carne a China, valoradas en más de 1.000 millones de euros. Esa cifra representa alrededor del 20% del volumen total de exportaciones y más del 12% de la facturación exterior del sector. Con los nuevos aranceles, el impacto en ventas podría superar los 220 millones de euros anuales si el mercado chino se retrae.
La decisión de Pekín llega en plena escalada comercial con Bruselas tras los aranceles europeos a los vehículos eléctricos chinos. Desde las organizaciones agrarias se alerta de que el porcino español puede perder competitividad en su principal mercado asiático en un momento marcado por la subida de costes de producción y la presión de otros países exportadores.
La investigación de las autoridades chinas concluirá en diciembre. Hasta entonces, los aranceles se aplicarán con carácter provisional. El resultado final marcará el futuro inmediato de un sector que, pese a contar con gran capacidad exportadora, se enfrenta ahora a uno de los desafíos más serios de los últimos años.