En Ciempozuelos, Madrid, la laguna de Soto-Gutiérrez, conocida como la “pequeña Doñana madrileña” por su alto valor ornitológico, está recuperando vida gracias a un proyecto de restauración ecológica impulsado por la Fundación Global Nature. Esta laguna, en el Parque Regional del Sureste y dentro de la Red Natura 2000, había perdido prácticamente el 98 % de su capacidad para albergar fauna acuática por años de desecación y deterioro ambiental.
Desde que la fundación compró once hectáreas en noviembre de 2024, se han llevado a cabo numerosas intervenciones: retirada de vegetación muerta, movimientos de tierra para recuperar la topografía original, acciones para evitar la erosión del suelo, así como infraestructura para observación que permita monitorear la recuperación.
Uno de los resultados más destacados ya se está viendo: el retorno de aves acuáticas, reptiles y anfibios que habían desaparecido en la zona; incluso se ha avistado al archibebe fino, especie rara reconocida en la Lista Roja Europea de Aves. También la vegetación típica de humedales empieza a crecer nuevamente en el suelo inundado.
El plan no termina ahí: se proyecta una reinundación controlada, con la instalación de compuertas para regular los niveles de agua, senderos y observatorios que permitan tanto la conservación como la educación ambiental. Se busca que Soto-Gutiérrez deje de ser solo un proyecto de restauración para ser un referente de humedal resiliente, capaz de servir como sumidero natural de carbono, refugio de biodiversidad y apoyo al bienestar local.
