El Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma, vuelve a situarse en el centro de la investigación astronómica internacional gracias a un avance que combina la experiencia del sistema MAGIC con el potencial del telescopio CTAO-LST1. La colaboración entre ambos ha permitido dar un salto cualitativo en la medición precisa del tamaño aparente de estrellas y fenómenos ópticos, una técnica que abre nuevas perspectivas para la astronomía de alta resolución.
Hasta ahora, las observaciones en la denominada “banda B”, una franja del espectro visible en la que la medición estelar resultaba especialmente difícil, presentaban notables limitaciones. Con la aplicación del sistema de interferometría estelar (MAGIC SII) junto al CTAO-LST1, los astrónomos han logrado superar ese umbral, consiguiendo registros mucho más finos de la luz emitida por estrellas que antes no habían podido ser evaluadas con este grado de detalle.
El sistema MAGIC, conocido por su papel en la detección de rayos gamma de muy alta energía, se ha mostrado igualmente eficaz al adaptarse a mediciones ópticas. La clave está en la interferometría, un método que combina la luz captada por distintos telescopios para recrear imágenes con una resolución imposible de alcanzar de forma individual. Con la incorporación del CTAO-LST1, el primer gran telescopio de la futura red internacional Cherenkov Telescope Array, la capacidad de análisis del observatorio canario se ha multiplicado.
Los responsables del proyecto subrayan que este tipo de avances no solo mejoran la precisión con la que podemos conocer el tamaño y las características de estrellas lejanas, sino que también sirven para refinar modelos sobre su evolución y estructura interna. En astronomía, donde los objetos de estudio están a distancias imposibles de alcanzar, la luz es prácticamente la única fuente de información, y cada paso que permite interpretarla mejor supone un salto para la ciencia.
Además, este logro confirma la versatilidad de las infraestructuras científicas de La Palma, que tras décadas de trabajo se han consolidado como un nodo de referencia mundial. La sinergia entre proyectos distintos —desde la observación de rayos gamma hasta la caracterización óptica estelar— demuestra cómo la cooperación internacional y el uso compartido de tecnologías avanzadas pueden generar descubrimientos de gran impacto.
En los próximos años, la integración del CTAO con otros telescopios de la red europea y mundial promete ampliar aún más estas posibilidades. La ambición es clara: entender mejor el universo visible, desde los detalles de estrellas individuales hasta fenómenos de gran escala, con un nivel de precisión que hace apenas unos años resultaba inalcanzable.