Varsovia, 10 de septiembre de 2025.
La tensión en Europa dio un nuevo salto este miércoles cuando Polonia confirmó que varios drones rusos atravesaron su espacio aéreo durante la noche, en el marco de un masivo ataque de Moscú contra Ucrania. El primer ministro polaco, Donald Tusk, calificó lo ocurrido como una “provocación a gran escala”, mientras que la OTAN se movilizó de inmediato para apoyar a su aliado.
Según las autoridades polacas, se registraron al menos 19 incursiones en apenas siete horas, con restos de drones encontrados en nueve lugares distintos, algunos a cientos de kilómetros de la frontera con Ucrania. Aviones de combate de Países Bajos y otros aliados intervinieron en apoyo de Polonia, marcando la primera vez que aeronaves de la OTAN se enfrentan a este tipo de amenazas en cielo aliado.
Mientras Varsovia hablaba de un acto deliberado, el Ministerio de Defensa de Rusia negó haber tenido a Polonia como objetivo y aseguró que sus ataques iban dirigidos únicamente contra infraestructuras militares ucranianas. Bielorrusia, socio clave de Moscú, intentó desmarcarse, alegando que algunos drones habían “perdido su curso” tras ser bloqueados electrónicamente.
Aun así, para muchos líderes europeos lo sucedido no deja lugar a dudas: se trata de una escalada en la guerra. La jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, advirtió que este episodio “pone a prueba los límites” y debería traducirse en sanciones más duras contra Rusia. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, fue todavía más contundente: “Es evidente que estos drones fueron colocados en este rumbo deliberadamente”.
Desde Kiev, el presidente Volodymyr Zelenskyy calificó la incursión como un “precedente extremadamente peligroso” y pidió una respuesta firme.
El episodio ha activado las consultas de emergencia del Artículo 4 de la OTAN, un mecanismo que permite a los aliados reunirse de forma urgente para evaluar amenazas. Aunque no implica automáticamente acciones militares conjuntas, refleja la gravedad con la que se percibe el incidente.
Mientras tanto, en Ucrania, la noche estuvo marcada por uno de los ataques más intensos desde que comenzó la guerra: Rusia lanzó más de 400 drones y 40 misiles sobre varias regiones, especialmente en el centro y el oeste del país. Las defensas ucranianas lograron interceptar la mayoría, pero hubo daños materiales, heridos y al menos una víctima mortal.
Este cruce de fuego, que ahora alcanza directamente a territorio polaco, supone un recordatorio claro de que la guerra en Ucrania sigue escalando y que las fronteras de la OTAN no son impermeables a la amenaza rusa.
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