El último barómetro de septiembre del Centro de Investigaciones Sociológicas ha dibujado un escenario político inesperado en España, marcado por una recuperación notable del Partido Socialista y un retroceso significativo del Partido Popular. Según el estudio, el PSOE experimenta un ascenso de 5,7 puntos respecto a la encuesta anterior, situándose en torno al 32,7 % de intención de voto. Este resultado devuelve a los socialistas al liderazgo en las encuestas tras varios meses de desgaste, con una ventaja holgada frente a sus principales rivales.
En contraste, el PP registra el peor dato de la legislatura, con una caída de casi tres puntos que lo sitúa en torno al 23-24 % de apoyo. La pérdida de fuelle popular coincide con una etapa de tensiones internas, desencuentros estratégicos y la dificultad de consolidar un mensaje político cohesionado frente al Gobierno. El retroceso resulta especialmente llamativo si se tiene en cuenta que hace apenas unos meses los populares aparecían como favoritos en muchos sondeos.
Vox, por su parte, mantiene una posición estable como tercera fuerza, con un respaldo cercano al 17,3 %. Aunque lejos de sus máximos históricos, el partido consigue retener a buena parte de su electorado, capitalizando el debate en torno a la inmigración y la seguridad. Mientras tanto, las fuerzas situadas a la izquierda del PSOE, como Sumar y Podemos, apenas superan entre ambas el 7-8 %, confirmando las dificultades de estas formaciones para consolidarse en el panorama político tras meses de división y fragmentación.
El barómetro también refleja la situación de las fuerzas nacionalistas e independentistas. ERC, Junts y EH Bildu mantienen su presencia con ligeros ajustes, pero sin variaciones de gran calado, lo que confirma una tendencia de estabilidad en sus respectivas comunidades. Pese a ello, su capacidad de influencia en el Congreso sigue siendo clave para la gobernabilidad.
Más allá de la fotografía electoral, el estudio ofrece una radiografía de las principales preocupaciones de la ciudadanía. La vivienda aparece como el problema que más inquieta a los españoles, seguida muy de cerca por la inmigración y la calidad del empleo. El alza en los precios del alquiler, la dificultad de los jóvenes para acceder a una primera vivienda y el debate sobre el control migratorio marcan la agenda social.
Otro punto destacado del sondeo es la preocupación creciente por el cambio climático y la gestión de los incendios forestales, después de un verano en el que España y Portugal sufrieron episodios devastadores. Una mayoría significativa de encuestados se muestra partidaria de alcanzar un pacto de Estado que permita dar respuesta a estas crisis ambientales con medidas a largo plazo.
El repunte del PSOE devuelve oxígeno político al Gobierno, que venía encadenando meses de desgaste tras los debates económicos y las polémicas internas. Al mismo tiempo, el hundimiento del PP abre interrogantes sobre la capacidad de su liderazgo actual para reconducir la estrategia de oposición. Con el horizonte de las próximas elecciones aún en el aire, el panorama que dibuja el CIS anticipa meses de tensión política en los que cada movimiento puede resultar decisivo.